Precedentes históricos
La armadura de escamas medieval,
tiene su antecedente más cercano en la lorica squamata de las legiones romanas de
época republicana, formando parte del equipo defensivo de los triarios y centuriones. Posteriormente, ya en época imperial, continua apareciendo en distintos relieves, pero como algo excepcional, corazas de oficiales, músicos o portaestandartes... En la columna de Trajano podemos observar un relieve que representa un caballero sármata cubierto, tanto él como su caballo, de la cabeza a los pies, por una armadura de escamas. Los historiadores ponen en duda que esto fuera posible, no tanto por la escasa movilidad que permitiría una armadura así, sino por el peso que supondría tal conjunto, por lo que estima que era una representación más simbólica, que realista.
De su flexibilidad pueden dar fe, las reconstrucciones realizadas en nuestros días, puestas en acción recreando su uso. En este caso hemos elegido como muestra unas imágenes bastante significativas. Los recreacionistas de la asociación italiana Ars Dimicandi exhiben unas protecciones de escamas metálicas, habituales entre determinado tipo de gladiadores. Sin ser armaduras completas, demuestran, al ser utilizadas por sus dueños, la flexibilidad que era capaz de adoptar este sistema de placas, precisamente en donde más necesario es el movimiento: hombros, codos, muñecas... sin presentar apenas puntos vulnerables al enemigo.
Su elaboración
Las piezas de metal (hierro o bronce) o en ocasiones de asta de buey o cuero, se
unían a una camisa interior, normalmente de cuero, de forma que estuvieran solapadas hacia abajo, como
las escamas de un pez. El conjunto resultante se cerraba con una serie de hebillas. Estas piezas posiblemente las únicas vulnerables del conjunto, estaban situadas por detrás, al ser la espalda el lugar más protegido frente a la espada enemiga.
El tamaño de las escamas e incluso la forma, podía ser variable, por lo que apreciamos en los distintos grabados, frescos y otras fuentes que los representan, pero era siempre uniforme en el conjunto de la armadura.
Esquema del remachado de piezas sobre el cuero |
La escamata en acción
Estas armaduras resultaban muy ventajosas frente a la cota de malla tradicional, en cuanto a ser más efectivas contra las flechas disparadas en parábola o los golpes de espada ladeados, que resbalaban sobre ella deslizándose hacia abajo. Sin embargo resultaba mucho más engorrosa para desenvolverse en acción, especialmente a caballo especialmente a la hora de tener que girar cintura y hombros. Pero valía la pena. Solo un golpe fuerte y hacia arriba era capaz de arrancar los remaches.
En Bizancio y Oriente donde eran muy habituales estas armaduras, existen representaciones de armaduras de este tipo con mangas postizas añadidas, y abiertas por la cintura para cabalgar con más soltura. En Occidente es más difícil encontrar referencias a armaduras de escamas, no obstante por ejemplo, los tapices de Bayeux (1083) nos muestran algunos guerreros, tanto a pie como a caballo, usando este tipo de armaduras.
Siguiendo las distintas indicaciones y referencias encontradas sobre el tema, en nuestra asociación Mesaches, decidimos elaborar una de estas armaduras. Aquí tenéis el resultado.
Esta es nuestra reconstrucción de una armadura de escamas |
*Quizá también os interese otra entrada en nuestro blog: "Elaboración de una cota de malla" //www.blogger.com/blogger.g?blogID=5447866300272323333#editor/target=post;postID=1035737162692521903;onPublishedMenu=allposts;onClosedMenu=allposts;postNum=0;src=postname |
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