martes, 17 de junio de 2014

Batallas de la Edad Media. Manzikert, 1071



Hoy, nueva entrada dedicada a las grandes batallas de la Edad Media. La batalla de Manzikert, está seleccionada como un ejemplo de victoria basada en la velocidad de los guerreros nómadas a caballo, contra infantería  y caballería bizantinas, mejor equipadas pero bastante lentas.



Un poco de historia


El Imperio Bizantino en el siglo XI tuvo que hacer frente en el Este, a un nuevo y peligroso adversario, los turcos selyúcidas, que habían fundado un estado en Persia, con capital en Bagdad. En 1668 habían ocupado Georgia y Armenia hasta entonces en poder bizantino. 
Con la caída de la ciudad de Manzikert en Armenia, en poder de los turcos, Bizancio movilizó un ejercito compuesto de tropas imperiales y mercenarias. Este ejercito, entre cuyas filas había muchos soldados inexpertos, resultó a la larga poco fiable,  tanto por la indisciplina de los mercenarios, como porque muchos oficiales bizantinos conspiraban de acuerdo con la emperatriz Eudoxia, para derrocar a su marido el emperador Romano IV
Tras reconquistar Manzikert el emperador quiso utilizar la ciudad de Khilat, como plataforma para invadir Persia mientras su enemigo, Al-Aslan estaba en Siria intentando concentrar un ejercito para contrarrestar al bizantino. Los mercenarios francos de Roussel de Bailleul (implicado en la conspiración contra Romano) debía encargarse de la conquista de Khilat, sin embargo se retiró con sus tropas al noroeste permitiendo que quedara en manos turcas. Romano, no obstante, no se dio por vencido, pues confiaba en poder acabar con los turcos con su caballería acorazada pese a que Khilat no hubiera caído en sus manos. 

La batalla de Manzikert


Previamente ambos jefes intentaron llegar a un acuerdo pero ello fue inútil. De manera que, a finales de agosto de aquel año, ambos ejércitos se enfrentaron en las llanuras, a las afueras de Manzikert (Malazgirt, Turquía). Urbano IV ordenó cargar a su caballería acorazada contra la mas ligera caballería enemiga, en el convencimiento de que la superioridad de su equipamiento le daría una rápida victoria. Aquello fue un error de manual. Las flechas turcas comenzaron a diezmar las tropas imperiales antes siquiera de entrar en contacto físico con ellas, cosa que evitaron tanto como pudieron, pues simularon hábilmente una retirada hacia su campamento. Ahí Urbano cometió su segundo gran error, dando orden de avanzar en su persecución. Los ligeros jinetes turcos eran capaces de disparar sus flechas mientras simulaban huir manteniendo, siempre la distancia con el enemigo. Cuando este parecía estar próximo a alcanzar el cuerpo a cuerpo, espoleaban sus caballos evitando el combate, mientras una nueva andanada de flechas caía sobre sus perseguidores. Al atardecer Urbano, viendo la inutilidad del esfuerzo, ordenó volver grupas a sus castigadas fuerzas. Diezmados sus hombres, agotados sus caballos, trató de organizar un campamento donde reagruparse y hacer frente al enemigo. Al caer la noche los turcos atacaron en una amplia maniobra envolvente. A la orden del emperador de cerrar filas solo respondieron las líneas más próximas huyendo o desertando la mayoría de tropas. Así el ejercito bizantino fue derrotado y Urbano hecho prisionero. A partir de entonces Anatolia pasó a manos turcas. La derrota de Manzikert marcaría el comienzo del declive Bizantino, pues las nuevas fronteras resultantes se convertirían en indefendibles. No obstante el fin del Imperio Romano de Oriente no tuvo lugar hasta 1453 con la caída de su capital Constantinopla.

Y ahora... juguemos con la Historia

En nuestra asociación, Mesaches, hemos recreado la batalla aquí descrita tratando de ser lo más fieles posibles a la historia y a los elementos que la componen, dentro siempre de lo que el editor de mapas del programa nos permite.


En el juego

La batalla de Manzikert ha sido recreada en T-Zar por nuestros compañeros de Mesaches tratando de reproducir las condiciones reales de aquel combate, tanto seleccionando el tipo de tropas más válido para cada bando, como la proporción de las mismas y el terreno donde se produjo el enfrentamiento.

La caballería turca selyúcida  (Imagen del juego en T-Zar)

Consejos


El número de tropas de ambos adversarios es casi el mismo, cambia el tipo de equipamiento, lo que se traduce en este tipo de juegos en, puntuación de defensa y ataque de cada unidad, por el número de unidades.
Si eliges el bando turco, llevas las de perder en un choque frontal. 
- Actúa tal y como hemos descrito en el pasaje anterior, ataca y huye una y otra vez. Evita el cuerpo a cuerpo hasta el final. Cuando será eso?
- Cuando la infantería enemiga haya quedado bastante rezagada de su caballería, ¡contraataca!

Si prefieres elegir el bando bizantino, podrás averiguar en primera persona que hizo mal Urbano IV.
- Aguanta la carga de caballería con la orden mantener posición.  La Inteligencia Artificial de este juego no sabe lo que es fingir una retirada, de modo que te atacará con todo lo que tenga desde el principio.
- Continúa firme, no puedes perder, las matemáticas no fallan.

Condiciones de victoria

En T-Zar las condiciones para finalizar una partida con éxito son varias, debiendo elegirse al comienzo del juego entre varias opciones. En el caso que nos ocupa, elige como más adecuada Estandar
Si eliges el bando turco:
- Deberás vencer a las tropas bizantinas y reconquistar la ciudad de Mazinkert
Si eliges el bando bizantino:
- Deberás vencer a tu adversario localizar y destruir sus suministros asi como localizar y capturar su base de aprovisionamiento




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-Orewin Bridge, 1282

- Formigny, 1450

lunes, 9 de junio de 2014

Batallas de la Edad Media. Hastings, 1066


Una corona en juego


Cuando el 5 de enero de 1066 el moribundo Eduardo designó como sucesor a Harold, conde de Wessex, Guillermo (primo del anterior) que reivindicaba su derecho a la corona inglesa se reveló y declaró la guerra a Harold con el apoyo del papa Alejandro II.

Para muchos historiadores, una de las batallas más decisivas de la Edad Media es, la que el 14 de octubre de 1066 se libró en los campos Hastings entre las tropas normandas del duque Guillermo y el ejercito anglosajón del rey Harold II. Aunque tras su victoria, todavía le costó cierto tiempo conquistar el resto del reino, la victoria de Hastings le proporcionó a Guillermo el control de Inglaterra. En la batalla no solo cayó el rey Harold, sino también sus dos hermanos, que acabaron muertos a manos de los normandos, con lo cual no quedó nadie que pudiera disputarle a Guillermo su pretensión a la corona. 

La batalla de Hastings
  
El campamento normando estaba cerca de Hastings. A primera hora de la mañana, las tropas dirigidas por sus oficiales, formaron en columnas. Equipados con cascos cónicos, cotas de anillas y escudos en forma de cometa, armados con lanzas o hachas arrojadizas además de la espada y el puñal para el cuerpo a cuerpo, su aspecto aunque variado, debía guardar una cierta similitud visto en conjunto, a los ojos de los sajones. Avisado de la llegada por sus exploradores, el rey Harold ordenó a sus tropas que se situaran en la línea de batalla. Los hombres se desplazaron hasta la colina de Caldbec. Entre sus filas se encontraban los thengs, los frids y algunos mercenarios, les acompañaban varios religiosos para bendecir a los guerreros. Hacia las ocho de la mañana, la formación sajona se desplegó a lo largo de unos 400 metros en forma de media luna de manera que sus flancos quedaron bien protegidos por la maleza y el nacimiento de dos arroyos. Harold y una guardia personal de unos quinientos hombres formaron más atrás en el centro una posición defensiva. Los normandos por su parte, se desplegaron sobre el valle situando delante de la infantería, a los arqueros. Las tropas flamencas formaron el ala derecha, y los bretones la izquierda. El centro lo ocuparon los normandos. 


Escudos normandos (también por su forma, llamados de lágrima o de cometa)

Serían sobre las nueve, cuando el duque Guillermo ordenó avanzar. Lentamente su infantería comenzó a subir la colina mientras la caballería trataba de flanquear al enemigo pero el terreno elegido por Harold no se lo hacía nada fácil, por lo que cambió de planes, situando a los jinetes tras la infantería reservándolos para ataques posteriores, y haciendo cargar a las tropas de a pie, de frente y cuesta arriba. Apenas llegados a la cima de la colina fueron recibidos por una combinación de flechas, lanzas, hachas y piedras que les hizo retroceder obligando a Guillermo a lanzar a la caballería colina arriba encontrándose con el mismo resultado.


Caballero nornando

Los ataques normandos se sucedieron uno tras otro. Parapetados tras su muralla de escudos, los sajones aguantaron bien las andanadas de flechas que precedían a las cargas. Los bretones de Guillermo acabaron cediendo y comenzó una huida que estuvo a punto de arrastrar con ella a los normandos situados en el centro. Imprudentemente muchos sajones abandonaron su ventajosa posición sobre la colina para perseguir a quienes huían pendiente abajo. Comenzaron a correr rumores de que el propio duque había caído. Pero Guillermo reaccionó con rapidez. Se echó hacia atrás el casco para que todos pudieran verle bien la cara y a grandes gritos, consiguió en parte detener la huida. Su hermanastro Odo, al tanto de la situación, reunió por su parte un buen número de caballeros y los normandos pasaron al contraataque acabando con aquellos imprudentes sajones. Las pérdidas entre sus filas fueron numerosas, incluyendo la muerte de los hermanos del rey. Harold se vio obligado a compensar las pérdidas de su ala derecha con hombres de la izquierda, con lo que todo el frente se debilitó. Los normandos por su parte se reagruparon y evaluaron su propia situación. Posiblemente todo esto ocurriera durante una breve pausa en la batalla, pues las crónicas nos cuentan que a primera hora de la tarde, los sajones aún se mantenían en la colina con sus filas recompuestas. Si Harold aguantaba hasta la noche, los normandos tendrían que retirarse. Cansados, bajos de moral y sin retirada posible, una flota inglesa les impediría regresar a Normandía. No les quedaba otra opción que volver al combate. A lo largo de la tarde y a raíz, al parecer, de lo sucedido con los bretones, se produjeron varias huidas fingidas en distintos puntos del frente y durante las distintas cargas de aquella tarde. El objetivo de estas cargas era, en el fragor del combate,  hacer salir de sus posiciones defensivas a las tropas sajonas, al menos a algunos, aquellos osados que abandonaban sus puestos en busca de un enemigo que parecía huir, se encontraban al poco tiempo aislados y rodeados, siendo presa fácil de la caballería, que volvía grupas en su busca.
La estrategia daba sus frutos, aunque a la caída de la tarde, los sajones continuaban firmes en lo alto de la colina, sus filas habían mermado considerablemente. Muchos housecarls y thengs habían muerto y sus puestos habían sido ocupados por los más vulnerables thengs situados detrás. Pero los normandos no habían conseguido poner un píe en lo alto de aquella colina. Los hombres y caballos caídos a lo largo del día yacían esparcidos a lo largo de la pendiente, convirtiéndose en un obstáculo más para la caballería normanda también bastante mermada y agotada tras las sucesivas cargas (muchos estaban combatiendo a pie tras perder su cabalgadura en combate. Y la infantería normanda se había llevado la peor parte, todo el día colina arriba, colina abajo.
Con las últimas luces del sol, Guillermo ordenó lanzar una andanada de flechas en parábola alta para superar la, cada vez más débil, barrera de escudos sajones. La lluvia de proyectiles fue esta vez letal, especialmente en la retaguardia sajona el propio rey Harold resultó alcanzado por una flecha en la cabeza (en el ojo tal como lo representa una de la escenas de los tapices de Bayeux). Con la muerte de Harold la resistencia inglesa comenzó a debilitarse. Muchos fyrdmen comenzaron a escapar  hacia la seguridad del bosque cercano a oscurecer, mientras los housecarles y thengs del rey se agrupaban en torno a este para noblemente, vender caras sus vidas.

Aunque la batalla de Hastings no fue el punto y final de la conquista de Inglaterra si fue una victoria decisiva. El rey y sus hermanos junto con muchos nobles leales hasta el fin, habían caído en aquella colina. Tras una marcha de 350 millas por el interior del país asentando su posición sin demasiado derramamiento de sangre, Guillermo entró en Londres sin incidentes, siendo coronado en Westminster el día de Navidad del aquel mismo año de 1066.


En el campo de batalla, hoy 

Guillermo Ordenó construir una abadía sobre la cima de la colina haciendo coincidir la posición del altar mayor con el lugar exacto donde cayó su rival Harold. Casi todos los edificios hoy en pie son posteriores a los normandos y el terreno a base de sucesivas construcciones y derribos se encuentra bastante más nivelado de lo que originalmente aquella colina tenía de elevación

En esta primera imagen podemos apreciar no obstante la subida a la colina donde se desarrolló la batalla, a la que hay que acceder a través del pórtico.

Battle. Entrada a los terrenos de la abadía
Ya en la colina (o lo que queda de ella), nos encontraremos la abadía propiamente dicha. El campo de batalla, la maldita colina, se encontraría a la derecha de la imagen, donde las torres gemelas.


Vista de la abadía  sobre la colina  (posición sajona) y a la derecha, las torres gemelas de la hospedería

Tras la hospedería, un sendero que rodea todo el conjunto de edificios que componen la abadía, permite tener una amplia panorámica del paisaje donde tuvo lugar la batalla.

Vistas del campo de batalla desde la colina donde se posicionaron las tropas de Harold

 Según las crónicas, este es el lugar donde el rey Harold cayó junto a sus hombres más fieles. En una vista aérea puede apreciarse perfectamente la forma del edificio primitivo, remarcada mediante los andadores que se aprecian en la imagen.

Losa conmemorativa del altar mayor de la primitiva iglesia del S. XI



Y ahora...  juguemos con la Historia

En nuestra asociación, Mesaches, hemos recreado la batalla aquí descrita, tratando de ser lo más fieles posibles a la historia y a los elementos que la componen, dentro siempre de lo que el editor de mapas del programa nos permite en cada ocasión. Este es uno de los pocos casos que, como os mencionábamos en una entrada anterior, se ha duplicado para crear una versión de la batalla apta para jugadores de Imperium (solo Imperium III) Aquí os dejamos una breve reseña del juego.


Aunque Imperium es un video-juego pensado para recrear batallas de época romana, en esta ocasión podrás hacer frente a las tropas normandas del Duque Guillermo, el bastardo.
Generalmente la batalla de Hastings es tenida como ejemplo del triunfo de la caballería feudal y de los arqueros normandos contra la infantería sajona. Pero esto bien pudo no ser así. La barrera de escudos sajona soportó bien la lluvia de flechas, el asalto de la infantería normanda o la posterior carga de la caballería. De hecho en cierto momento de la batalla, la derrota de los normandos parecía estar al alcance de las tropas del Rey Harold. Y es que, la fuerza de éste residía en lo compactas que pudiera mantener sus unidades. Cuando los frydmen sajones comenzaron a perseguir a los bretones de Guillermo, que componían su ala izquierda, las tornas cambiaron. Esta maniobra descompuso las filas sajonas y la caballería de Guillermo, con éste al frente, se apresuró a abatir a los frydmen que tan imprudentemente se habían alejado del núcleo principal sajón. ¿Podrás cambiar tú la Historia?

Despliege normando, flanco derecho (para Imperium III)

Las claves para la victoria sajona:

No rompas la formación, aguanta lo que venga y consigue el tiempo necesario para que lleguen tropas de refuerzo que se encuentran en los alrededores. Aunque debes saber que estas unidades no intervinieron en la batalla. La repentina muerte del rey Harold a manos de un anónimo arquero normando, hizo cambiar drásticamente la situación de la batalla. En esta ocasión si el rey muere también la batalla llegaría a su fin, así que protégelo. Como entonces, dispones de muy pocos arqueros y solo algunos honderos, pues muchas de estas tropas  habían caído combatiendo contra los terribles vikingos del rey de Noruega en las batallas de Fulford y Stamford Brigde, que tuvieron lugar apenas unos días antes de Hastings. Mantenlos fuera del alcance del cuerpo a cuerpo, e intenta conservarlos hasta el final. Así mismo reserva a la infantería de élite que eran los housecarles para proteger al rey hasta el último momento.


Si te ha interesado esta entrada, desde el buscador de nuestro blog, podrás encontrar descripciones de otras batallas, asedios o escaramuzas como:
Las Navas de Tolosa, Nájera, Orewin Bridge, Kalka, Legagno, Roncesvalles, Manzikert, Poitiers, Zaragoza...

lunes, 2 de junio de 2014

Batallas de la Edad Media. Poitiers, año 732


Comenzando esta serie de entradas sobre grandes batallas medievales, que iniciamos la pasada semana, (ver La caída del Imperio Romano) hoy os presentamos "Poitiers, año 732".




Un poco de historia



Con la batalla de Poitiers, las ambiciones expansionistas árabes en Occidente se frenaron en seco.



En Poitiers, localidad situada cerca de Tours, se encontraron, según algunas crónicas, a primeros de octubre del 732, los ejércitos musulmán (mayoritariamente caballería ligera) y cristiano (infantería y algo de caballería, pesadas) al frente de los cuales se encontraban Abderramán-Al-Gafequí y Carlos Martel respectivamente. Durante una semana, los dos ejércitos se limitaron a estudiarse uno a otro. Un relato anónimo cuenta que fue el día 10 de octubre, cuando Abderramán se decidió a atacar con una carga en masa sobre los francos, que se defendieron formando un compacto bloque defensivo en cuadro. Los disciplinados francos aguantaron bien la formación. Tras varios ataques sin el menor éxito por parte de la caballería musulmana, el Duque de Otón pasaría pronto a la contraofensiva. Su caballería había permanecido oculta en los bosques, al norte del campo de batalla.



Según fuentes árabes, entre los invasores corrió la voz de que el tesoro que transportaban con ellos, fruto del saqueo de Burdeos, ahora oculto, estaba en peligro de caer en manos de la caballería franca. Así una parte de la caballería árabe volvió grupas para proteger el tesoro, abandonando el campo de batalla en mitad del combate. Al-Gafequi trató de detener a este grupo, pero le fue imposible. Para el resto del ejército musulmán parecía que estaban presenciando una desordenada retirada. La caballería franca irrumpe de pronto en rápido movimiento envolvente


Lo que ocurrió después, todavía parece confuso hoy día, según unas fuentes, la batalla duró todo un día, según fuentes musulmanas, fueron dos días. Parece claro que Abderramán murió en el combate. El caso es, que a la mañana siguiente de la batalla, los francos se encontraron el campamento enemigo abandonado. Durante la noche, los árabes habían optado por retirarse.




Y ahora... juguemos con la Historia

En nuestra asociación, Mesaches, hemos recreado la batalla aquí descrita, tratando de ser lo más fieles posibles tanto a la historia como a los elementos que la componen, dentro siempre de lo que el editor de mapas del programa nos permite.

En el juego


"Poitiers, año 732" está desarrollada con el editor de mapas del juego de estrategia T-Zar. Como norma general nuestras recreaciones de grandes batallas medievales se han realizado con este programa. Económico, fácil de conseguir, "de poco peso", no requiere ordenadores a la última, que suelen ser el caso de los muchos lugares públicos donde debemos a veces trabajar. Además incluye tropas árabes y asiáticas bastante variadas, que nos han permitido abarcar un amplio abanico de confrontaciones bélicas de este periodo histórico.

Solo en algunas contadas ocasiones, estos episodios han sido duplicados recreándose en otros programas como el popular Imperium o Final Conquest, pero son  excepciones.

Formación en bloque de la infantería franca (imagen del juego T-Zar)


Consejos

- Aguanta las cargas de caballería con la orden "mantener posición".
- No tardes mucho a poner en marcha tu propia caballería.
- No esperes a que se retire una parte de la caballería enemiga, como ocurrió entonces. La Inteligencia Artificial de este juego no sabe lo que es retirarse, así que te atacará con todo lo que tenga, pase lo que pase.

Condiciones de victoria

En T-Zar las condiciones para finalizar una partida con éxito son varias, debiendo elegirse al comienzo del juego entre las opciones:
-Estándar: la eliminación total de las bases y unidades enemigas
-Destruir castillos: basta con demoler los castillos enemigos
-Límite de tiempo: debes elegir la duración de la partida (máximo 3 horas)
-Límite de puntos: debes fijar un límite de puntuación y gana quien antes la alcance.
En el caso que nos ocupa, elige como más adecuada "Destruir castillos".

Si te ha interesado esta entrada, desde el buscador de nuestro blog, podrás encontrar descripciones de otras batallas, asedios o escaramuzas como:

Las Navas de Tolosa, Nájera, Orewin Bridge, Kalka, Legagno, Roncesvalles, Manzikert, Hastings, Zaragoza...

Otras entradas de nuestro blog, relaccionadas:
- La estrategia militar en el medievo
- Los caballeros medievales
- Los caballeros tras la derrota