jueves, 27 de mayo de 2021

Vida cotidiana. Ganadería y agricultura en el Aragón medieval


Aragón en sus orígenes, como el resto de la Europa medieval, dependía de un sistema económico muy primitivo, basado en el autoconsumo y el trueque.
Las tierras, explotadas por los campesinos producían básicamente cereales, como el trigo, la cebada, o el centeno, destinados a la elaboración del pan, base del consumo alimentario de la época. Se utilizaba para ello un sistema denominado de barbecho, por el cual, una mitad de la tierra de cultivo se dejaba en reposo sin cultivar para que, tras ser fertilizada ese año por el ganado que en ella ha pastado, produzca una mejor cosecha el año siguiente*. 
Otro cultivo muy presente en el Aragón primitivo, será el de la vid destinado a la producción del vino. Aunque las tierras altas como Benasque o Boltaña no eran especialmente adecuadas por entonces para producir vino de calidad. Otro de los cultivos básicos será el del olivo, utilizado tanto para el consumo alimentario, como para la iluminación.
En menor medida y conforme se avanza en la reconquista de territorios hacia el sur, dominando ya valle del Ebro, encontraremos frutales como el cerezo, la higuera, el manzano...
En cuanto a otros cultivos básicos para el día a día cotidiano, destacarían hortalizas como las cebollas,  los ajos, las coles o los nabos, para el consumo alimentario y el lino y el cáñamo para elaborar tejidos.

La ganadería completaría la actividad económica aragonesa, aportando además de carne, lógicamente, otros productos derivados. Queso, leche, lana o pieles en el caso del ganado ovino, o a demás de lácteos, cuero en el caso del ganado bovino. Sin olvidar el importante papel desarrollado por este último tanto como para ayudar a labrar los campos, como para el transporte de cargas pesadas, usado como animal de tiro.




Con el paso del tiempo y conforme fuese ampliando el territorio, la ganadería se expandió progresivamente por todo el reino. Entre los siglos XII y XIII 
adquirió tal grado de interés, que se llegaron a establecer importantes cofradías locales de pastores para defender y controlar los derechos de pasto y trashumancia, como la alera foral, el ligallo o la facería o las Casas de Ganaderos como las de  Tauste o Ejea, siendo la de Zaragoza, la que llegará a adquirir la mayor relevancia. También se constituirán los ligallos de Teruel o la Cofradía de Pastores de Letux




*Un sistema agrícola que se fue extendiendo en la Europa de la época, consistía en dividir las tierras de cultivo en tres partes. En una de ellas se sembraba en otoño trigo o centeno, cebada o avena; al llegar la primavera siguiente, se sembraban legumbres en otra, guisantes, garbanzos, lentejas y judías. La tercera se dejaba en reposo. Al año siguiente, la primera parcela se sembraba en primavera, la tercera en otoño, y la segunda quedaba en reposo. Por este procedimiento las legumbres fijaban el nitrógeno en el terreno.



























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