sábado, 9 de diciembre de 2023

Los últimos días del Imperio Romano


Como aficionados a la historia ya sabréis que, al estudiarla, se da por finalizada la Edad Antigua, dando paso a la Edad Media, en una fecha muy concreta, el año 476, momento en el que el imperio romano de Occidente o más bien lo que queda del él, cae definitivamente en manos de Odoacro, jefe de una coalición de tribus bárbaras. Sin adentrarnos demasiado en los diversos motivos que condujeron a este final anunciado, hoy queremos dedicar esta  entrada a esos últimos días de un imperio en decadencia.


Introducción


La denominada crisis de la administración imperial en el siglo III y los violentos cambios del siglo IV anuncian el declive político, social y económico de la vieja Roma. 

Los ejércitos federados germanos, hasta entonces asociados con Roma para defender el Imperio, dejaron pronto de obedecer las órdenes imperiales. 



Equipamiento de los ejércitos de foederati del Tardío Imperio



Un poco de historia

El emperador Teodosio I el Grande, en el convencimiento de que es la única solución a los distintos conflictos a los que se enfrenta el imperio en Oriente y en Occidente, decide dividirlo entre sus dos hijos Arcadio y Honorio, siendo esta división efectiva a su muerte, en el año 395.
La dinastía de Teodosio desaparecerá en Oriente con la muerte Teodosio II (hijo de Arcadio y nieto de Teodosio I) en el año 450, quien será sucedido por emperadores de condición más militar como Marciano, León I, su nieto León II o Zenón padre del anterior

En Occidente la dinastía terminó con el asesinato de Valentiniano III (año 455), sucedido por varios emperadores de muy corto mandato. Tras el reinado de Libio Severo, el gobierno oriental de León provocó la instalación en Occidente de Antemio. Este fue asesinado por Olibrio, convirtiéndose así en el nuevo emperador. Tras la muerte de este, pocos meses después, el gobierno de Oriente envió a Flavio Julio Nepote Augusto para reemplazar a Flavio Glicerio, sucesor del mencionado Olibrio. Pero Nepote fue rápidamente desposeído del cargo por su Magister Militum (general en jefe del ejército) Orestes, viéndose Nepote obligado a buscar refugio en Dalmacia. El general Orestes, encumbró a su propio hijo, apenas un niño, Rómulo Augusto, al rango imperial. Con esta jugada se aseguraba el gobernar como regente hasta la mayoría de edad de su hijo, ya que Orestes no podía aspirar al rango de emperador por ser de sangre germánica. No obstante estaba casado con una romana de alcurnia y su hijo Rómulo, por tanto, si podía acceder al cargo.
Sin embargo, ni Zenón, ni Basilisco, generales en lucha por el trono de Emperador de Oriente, en aquellos momentos, jamás  reconocieron a Rómulo el título imperial. El control real ejercido en aquellos momentos por su padre Orestes, apenas sobrepasaba ya el territorio de la península itálica.

La caída de Roma

La presión de tribus de origen germánico, que se vieron obligadas a cruzar el Rhin ante el empuje de los hunos, esta vez dirigidos por un tal Atila, llevó a una coalición de esciros, hérulos y torcilingios, a reclamar tierras para establecerse como federados en la península itálica. Orestes, que apenas se había autoencumbrado en el cargo cuando se encontró con esto, rechazó las desorbitadas exigencias de las tribus (una tercera parte del territorio itálico) y estas se revelaron.
Odoacro, jefe de los esciros  y oficial en jefe hasta entonces de las fuerzas aliadas bárbaras, se enfrentará y vencerá a Orestes,  asumiendo entonces el poder total capturando al joven Rómulo, a quien perdonó la vida. Hábilmente, Odoacro, declinó usar el rango de emperador enviando a Constantinopla los emblemas imperiales reconociendo de este modo el poder del emperador de Oriente; en la carta adjunta que envía a Zenón le solicita ostentar el cargo de Dux de Italia. (en realidad Odoacro llegó a emitir moneda en la que se hizo titular Rey de Italia). La vida senatorial en Roma continuó como antes y los grandes cargos urbanos eran ocupados por miembros de la aristocracia de la Urbe. Se restauró el Coliseo y se promovieron en él entretenimientos y cacerías, incluso carreras de caballos en el Circo. La vida parecía transcurrir con normalidad. Rómulo Augusto, que "oficialmente" abdicó, al parecer según algunos historiadores, vivió una larga y tranquila existencia en una villa italiana de unos familiares, con una importante asignación anual para sus gastos. Nepote, desde Dalmacia, continuaba siendo el legítimo emperador de Occidente, su rango superior colocaba a Odoacro bajo su teórico mandato (nulo en realidad) y las apariencias se salvaban muy dignamente. Así pues, para los contemporáneos de la época, parecería que nada había "caído" de repente.
Formalmente, en lo que al estudio de la Historia se refiere, la toma del poder por el bárbaro Odoacro (año 476) se considerará por norma, el final del imperio romano de Occidente. A partir de entonces, Italia fue controlada por reyes bárbaros desde la Corte instalada en Rávena.


Al emperador Nepote le dura poco el cargo, ya más bien honorífico que otra cosa, allá en Dalmacia. Será asesinado por sus propios oficiales en el año 480. Huele a conspiración instigada bajo pago por Odoacro, quien ese mismo año se anexiona Dalmacia sin oposición alguna.
Pero a Odoacro tampoco le va a durar mucho el reinado. En el 489 es derrotado por los ostrogodos.


Cronologías

La "Crisis del siglo III"

235 asesinato de Alejandro Severo perdida de Hispania, Galia y Britania
268 derrota de los godos
284 Reunificación del territorio Diocleciano cierra la crisis
285 División de Diocleciano

El siglo IV

378 Batalla de Adrianópolis derrota de los ejércitos de Oriente
395 Teodosio a su muerte divide el Imperio entre sus dos hijos
402 Los godos invaden Italia
402 Honorio traslada la capital del Imperio a Rávena, ciudad más fácilmente defendible.
410 Saqueo de Roma por los ejércitos visigodos de Alarico I
447 Atila avanza por Iliria devastándolo todo ente el mediterráneo y el mar Negro
451 Atila se adentra en la Galia y es derrotado en la batalla de los Campos Cataláunicos
452 Atila se dirige a Italia y arrasa Aquilea, Milán, Padua... pero se detiene ante Roma.
453 Muerte de Atila, posiblemente envenenado por sus propios generales.
455 Nuevo saqueo de Roma, esta vez a cargo de ejércitos vándalos
472 Otro saqueo de Roma 
474 El emperador de Oriente León I, nombra a Julio Nepote emperador de Occidente
475 Nepote se retira a Dalmacia
476 Odoacro... la lía parda
480 Julio Nepote es asesinado por sus propios hombres. Odoacro se anexiona Dalmacia
489 Odoacro es derrotado por los Ostrogodos.
493 Muerte de Odoacro

 Cronología de los últimos emperadores romanos

- Valentiniano III 424-455
- Petronio Máximo 455 lapidado/asesinado por tratar de huir del inminente asedio de Roma
- Eparquio Avito 455-456 derrotado en Piazenza
- periodo intergeno 456-457
- Mayorano 457 461 ejecutado por Ricimero jefe militar "el hacedor de emperadores"
- Livio Severo 461 465  bajo mano de Ricimero
- Atemio 467 -472 ejecutado por Ricimero
- periodo intergeno 472-473 
- Flavio Glicerio 473-474 
- Olibrio 472 (fallece al parecer, por causas naturales)







Y ahora, juguemos a la Historia


Para los aficionados a las recreaciones históricas que nos siguen a través de nuestros blogs y redes sociales, hemos decidido dar a conocer algo más de nuestro trabajo en este sentido al incorporar en este blog en el que os encontráis, nuevas entradas sobre el tema, a lo largo de próximas fechas. Para seguir un orden cronológico hoy os presentamos Rávena año 476. La caída de un Imperio. Desarrollada gracias al editor de Mapas de uno de los juegos más populares de Haemimont Games, Imperium, la aventura nos traslada a los últimos días de un espejismo. Orestes, al frente de las pocas tropas romanas que ha conseguido reunir bajo su mando, se enfrenta a una revuelta de enormes proporciones. En Rávena ha dejado a salvo a su hijo el joven Rómulo, custodiado por una pequeña guardia de confianza.

¡La situación es incontrolable!¡ No encontrarás ayuda en la región! Estás solo.


Orestes y los últimos legionarios del Imperio. (Imagen del inicio del juego)


Condiciones para la victoria

- Orestes debe sobrevivir o... "Game over"
- Rómulo debe sobrevivir o... "Game over"
- Rávena no puede caer en manos de los bárbaros o... "Game over"


Consejos


- Recupera tu autoridad en la zona, necesitarás asegurar bajo tu control algunas fortificaciones que puedan servirte como refugio o simplemente como señuelo para alejar el peligro del asalto a Rávena.

- Actúa con prudencia, utiliza exploradores para saber donde te metes, ten en cuenta que las que ves son todas las tropas de que dispondrás. Puedes usar para ello campesinos, carreteros, o aprovechar la velocidad de tus équites (pero cuidado, que están contados).


- Aguanta el empuje inicial. La I. A. (inteligencia artificial) del juego, no siempre se comporta igual. Quizá tengas un poquito de suerte. Aunque el juego no esta pensado para vencer, siendo así fieles a la Historia, tienes alguna posibilidad de hacerlo, si utilizas bien los escasísimos recursos a tu alcance.


Ya disponible para socios y seguidores, usuarios de Imperium II y III.

Para obtener el archivo correspondiente, contactar con nosotros a través del correo electrónico indicado en el blog.

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- La batalla de Poitiers 
- La batalla de Hastings
- Manzikert, 1071
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Estos y otros enfrentamientos bélicos de la época, puedes encontrarlos tecleando en el buscador del blog (ángulo superior derecho de la pantalla): Batallas de la Edad Media



















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