domingo, 4 de julio de 2021

La vida cotidiana: mobiliario medieval


Una nueva entrada sobre la vida cotidiana en la Edad Media. Esta vez la dedicamos al mobiliario.

Siempre resulta difícil tratar de generalizar en temas tales como la gastronomía, el vestuario, o la vivienda,  cuando se intenta abarcar una determinada época de larga duración, como la Edad Media y sobre una geografía tan extensa como es Europa. No obstante trataremos de hacer un resumen lo más variado posible, acerca del mobiliario más común en la Edad Media, agrupándolo en los cuatro elementos indispensables de cualquier vivienda de la época, sea cual sea la geografía: camas, arcones, asientos y mesas





El mobiliario

Por lo general, el mobiliario en la época se reducía a unos pocos, pero fundamentales muebles.

Las camas, eran bastidores muy grandes de madera, o hierro para los de mayor fortuna, formando dicho bastidor un plano ligeramente inclinado sobre el que colocaban colchones de paja o de plumas los más ricos. En este caso, podían estar complementadas con anaqueles y las más lujosas completarse con un dosel, elementos que comenzarán a hacerse más frecuentes hacia finales de la Edad Media.



Los arcones, en general eran bastante habituales en las viviendas de la Edad Media. De ellos derivan la mayoría de muebles de guardar de la época.
Dotados de herrajes como bisagras y asas, resultaban fáciles de transportar, (gran ventaja entonces, en un mundo convulso e inestable en donde, cuando menos te lo esperas, puedes verte obligado a huir con lo puesto), un arcón servía para guardar lo básico, desde la ropa digamos "de los días festivos", hasta los enseres de la casa o comida. Los arcones podían además, por su tamaño, hacer las veces de asiento. 



Más pequeñas y sofisticadas resultaban las arcas y cofres, propias de las clases altas, destinados a guardar en ellos los elementos más valiosos, propiedad de la familia.

Los pudientes también disponían de grandes arcones toscos de madera donde se guardaban las armas y a los que daban el nombre de armarios. Estos evolucionarán en el tiempo hacia otras formas y funciones. Hacia el siglo XV los armarios se despegan de su función primitiva y son ya muebles habituales, más sofisticados, bastante elevados y divididos en dos alturas, cerrada la parte superior.

Muy similar a este mueble será la credenciatambién dividida en  alturas (dos o más) con el cuerpo inferior cerrado. Por su parte los pisos superiores quedan abiertos para exponer en ellos la vajilla rica de la casa.

Los asientos. Además de los propios arcones, podías contar con una gran variedad de tipos de bancos, dotados de respaldo y brazos y  sencillos taburetes de cuatro o tres patas donde sentarte, siempre con arreglo a tus posibilidades, desde los más simples y toscos, a los más elaborados con profusa decoración de tipo arquitectónico en sus frentes.
Un ejemplo de banco con respaldo y brazos y en primer plano un taburete

Cuando la parte inferior de un asiento servía de arca, se le denominaba "sillón de caja".
Era habitual contrarrestar la dureza de los bancos y sillones, con cojines de muy distinta índole según bolsillos, e incluso en algunos casos, forrarlos con determinados tejidos para que resulten más confortables. Aquí podemos ver un ejemplo.

Detalle de una miniatura del siglo XIV donde se aprecia un sillón forrado.


Las mesas. También cualquier casa que se precie disponía de una o varias mesas, en general enormes simples tablas sobre caballetes donde comían simultáneamente los comensales. Pero las había también fijas, y de todos los tamaños y formas.



Durante siglos, las mesas fueron desmontables en su mayoría. Este sistema te permitía una vez después de haber comido, convertir el mismo espacio en otra cosa, con solo desmontar y quitar la mesa (de ahí viene la expresión actual "quitar la mesa"). Esto seguía siendo muy habitual en las grandes casas señoriales, pues permitía tras la cena, convertir la sala, en un amplio salón de baile.



Monarcas, nobles y algunos ricos pudientes, disponían en sus viviendas de objetos de orfebrería, tapices para cubrir las frías paredes y alfombras sobre los suelos y en general cierto mobiliario de rango con arreglo a su disposición económica, como podían ser las bañeras, que comienzan a hacerse cada vez más frecuentes ya avanzada la Edad Media.

Otros elementos mobiliarios comunes a la época, geografía o status social serían objetos como los candiles, braseros, esteras... o utensilios prácticos como ruecas tinajas, toneles, cubas, jarras, escudillas, ollas...



Otras entradas relacionadas con la vida en la Edad Media que puedes encontrar en este blog son:

- La gastronomía medieval.
- Los caballeros en la mesa.
- Los heraldos en la Edad Media.
- Copistas y miniaturistas.
- Literatura medieval en los reinos hispanos.
- Transportes y navíos de guerra.
- Ganadería y agricultura en el Aragón medieval.
- Vida cotidiana en la Edad Media .




































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