lunes, 29 de junio de 2020

La leyenda artúrica y los ideales caballerescos


Ninguna leyenda medieval a suscitado más interés, ni gozado de mayor popularidad, que la del rey Arturo y los caballeros de la Tabla Redonda. Esta leyenda se basa parcialmente en elementos míticos del comienzo de la Alta Edad Media, recogidos por una iconografía muy posterior.

Las primeras leyendas sobre Arturo y sus caballeros, aparecerán en Bretaña e Inglaterra entre los siglos IX y X, narrando las hazañas de los caballeros de la corte del legendario rey britano Artús, un heroico defensor de la libertad nacional, contra los invasores sajones.



 El personaje de Arturo. Entre la leyenda y la historia


Tratando de fijarse un contexto histórico real donde poder ubicar al personaje de leyenda, los estudiosos del tema aún con muchos interrogantes abiertos, estiman que el famoso Artús pudo llegar a vivir hacia el siglo VI, una época muy alejada de la Edad Media, en la que durante largo tiempo se le encasilló.
No obstante, su leyenda se convirtió en la expresión del más puro espíritu caballeresco medieval.




 El ciclo artúrico

Guerras, hechizos y amores constituyen el material de las distintas narraciones que componen la obra, o "ciclo artúrico", y que comienzan con la llegada a Inglaterra del Santo Grial, el cáliz en el que José de Arimatea recogió la sangre de Cristo y finalizan con el hallazgo del desaparecido Grial, la muerte del rey Arturo y el final de los tiempos de aventuras.



La leyenda se hace literatura

Al parecer fue el clérigo Geoffrey de Monmouth (1100-1155) quien por primera vez plasmó en papel lo que hasta entonces eran simples narraciones de transmisión oral. Este clérigo escribió "Las profecías de Merlín", personaje de leyenda conocido hasta entonces por Myrddin. Su segunda obra, "Historia de los reyes de Bretaña" es una refundición de distintos escritos de anteriores autores. Entre sus páginas alude a la famosa ya entonces leyenda del rey Arturo. Posteriormente, quizá entre 1149 y 1151 escribiría "La vida de Merlín".

Apenas unos años después, poco más allá de 1160Chétrien de Troyes, un juglar al servicio de la condesa de Champagne, inspirado sin duda en La historia de Bretaña de Geoffrey de Monmouth compondrá una serie de poemas sobre el rey Arturo y sus caballeros.
Pero en los relatos de Chétrien destacarán sin duda el desarrollo de dos temas que calarán en posteriores obras de tema artúrico.

El amor cortésLancelot, el mejor de todos los caballeros del rey Arturo, escoge como su dama a la mismísima esposa de este, la bella Ginebra. Esta decisión, llevará  finalmente la tragedia a la Tabla Redonda.

La búsqueda del Santo Grial: Los caballeros se aventuran en busca del Santo Grial, objeto sagrado que solo podía ser hallado por un caballero de corazón puro. 

Al final aquella perfecta hermandad de caballeros se deshizo por por culpa de dos de sus elevados ideales: por amor a Dios se dispersaron en busca del Grial y por amor a una dama, el mejor de los caballeros acabó luchando contra su propio rey.



Posteriormente, en el siglo XIII, y de autor desconocido, aparecerá hacia 1225 la novela francesa Lanzarote, la reunión más completa de leyendas en verso y prosa referidas hasta entonces por los diferentes autores.


Ya en el siglo XV, Sir Thomas Malory tomará como una de sus principales bases de apoyo la novela Lanzarote para escribir en 1469 su novela La muerte de Arturo, aunque no fue publicada hasta 1485.


En nuestros días, el famoso nobel de literatura John Steinbeck, publicará en 1976 Los hechos del rey Arturo una readaptación de la leyenda artúrica basándose en la novela de Malory


El Rey Arturo y sus caballeros serán protagonistas también de numerosas películas y algunos comics, aunque nada de ello quede ya dentro del objetivo de nuestra entrada de hoy.
Con ella hemos querido destacar la omnipresencia de este popular mito a lo largo de toda la Edad Media así como la existencia, sin lugar a dudas, de una clara la influencia de los relatos artúricos en la creación de la figura del perfecto caballero y de las normas de comportamiento ético que se deben esperar de alguien de este rango. (Ver también la entrada: Los caballeros de la Edad Media. - La conducta del caballero)

Toda esta serie de relatos a los que hemos hecho referencia a lo largo de la presente entrada, transmitirán cada uno en su momento, la marcada idea de que, en un mundo oscuro como era la Edad Media, en el que la opresión, la injusticia y la violencia imperan a sus anchas por toda Europa, solo una casta de élite como la formada por los caballeros, podría ser la encargada tanto por Dios como por sus damas, de sembrar el bien y enmendar el mal.