lunes, 9 de junio de 2014

Batallas de la Edad Media. Hastings, 1066


Una corona en juego


Cuando el 5 de enero de 1066 el moribundo Eduardo designó como sucesor a Harold, conde de Wessex, Guillermo (primo del anterior) que reivindicaba su derecho a la corona inglesa se reveló y declaró la guerra a Harold con el apoyo del papa Alejandro II.

Para muchos historiadores, una de las batallas más decisivas de la Edad Media es, la que el 14 de octubre de 1066 se libró en los campos Hastings entre las tropas normandas del duque Guillermo y el ejercito anglosajón del rey Harold II. Aunque tras su victoria, todavía le costó cierto tiempo conquistar el resto del reino, la victoria de Hastings le proporcionó a Guillermo el control de Inglaterra. En la batalla no solo cayó el rey Harold, sino también sus dos hermanos, que acabaron muertos a manos de los normandos, con lo cual no quedó nadie que pudiera disputarle a Guillermo su pretensión a la corona. 

La batalla de Hastings
  
El campamento normando estaba cerca de Hastings. A primera hora de la mañana, las tropas dirigidas por sus oficiales, formaron en columnas. Equipados con cascos cónicos, cotas de anillas y escudos en forma de cometa, armados con lanzas o hachas arrojadizas además de la espada y el puñal para el cuerpo a cuerpo, su aspecto aunque variado, debía guardar una cierta similitud visto en conjunto, a los ojos de los sajones. Avisado de la llegada por sus exploradores, el rey Harold ordenó a sus tropas que se situaran en la línea de batalla. Los hombres se desplazaron hasta la colina de Caldbec. Entre sus filas se encontraban los thengs, los frids y algunos mercenarios, les acompañaban varios religiosos para bendecir a los guerreros. Hacia las ocho de la mañana, la formación sajona se desplegó a lo largo de unos 400 metros en forma de media luna de manera que sus flancos quedaron bien protegidos por la maleza y el nacimiento de dos arroyos. Harold y una guardia personal de unos quinientos hombres formaron más atrás en el centro una posición defensiva. Los normandos por su parte, se desplegaron sobre el valle situando delante de la infantería, a los arqueros. Las tropas flamencas formaron el ala derecha, y los bretones la izquierda. El centro lo ocuparon los normandos. 


Escudos normandos (también por su forma, llamados de lágrima o de cometa)

Serían sobre las nueve, cuando el duque Guillermo ordenó avanzar. Lentamente su infantería comenzó a subir la colina mientras la caballería trataba de flanquear al enemigo pero el terreno elegido por Harold no se lo hacía nada fácil, por lo que cambió de planes, situando a los jinetes tras la infantería reservándolos para ataques posteriores, y haciendo cargar a las tropas de a pie, de frente y cuesta arriba. Apenas llegados a la cima de la colina fueron recibidos por una combinación de flechas, lanzas, hachas y piedras que les hizo retroceder obligando a Guillermo a lanzar a la caballería colina arriba encontrándose con el mismo resultado.


Caballero nornando

Los ataques normandos se sucedieron uno tras otro. Parapetados tras su muralla de escudos, los sajones aguantaron bien las andanadas de flechas que precedían a las cargas. Los bretones de Guillermo acabaron cediendo y comenzó una huida que estuvo a punto de arrastrar con ella a los normandos situados en el centro. Imprudentemente muchos sajones abandonaron su ventajosa posición sobre la colina para perseguir a quienes huían pendiente abajo. Comenzaron a correr rumores de que el propio duque había caído. Pero Guillermo reaccionó con rapidez. Se echó hacia atrás el casco para que todos pudieran verle bien la cara y a grandes gritos, consiguió en parte detener la huida. Su hermanastro Odo, al tanto de la situación, reunió por su parte un buen número de caballeros y los normandos pasaron al contraataque acabando con aquellos imprudentes sajones. Las pérdidas entre sus filas fueron numerosas, incluyendo la muerte de los hermanos del rey. Harold se vio obligado a compensar las pérdidas de su ala derecha con hombres de la izquierda, con lo que todo el frente se debilitó. Los normandos por su parte se reagruparon y evaluaron su propia situación. Posiblemente todo esto ocurriera durante una breve pausa en la batalla, pues las crónicas nos cuentan que a primera hora de la tarde, los sajones aún se mantenían en la colina con sus filas recompuestas. Si Harold aguantaba hasta la noche, los normandos tendrían que retirarse. Cansados, bajos de moral y sin retirada posible, una flota inglesa les impediría regresar a Normandía. No les quedaba otra opción que volver al combate. A lo largo de la tarde y a raíz, al parecer, de lo sucedido con los bretones, se produjeron varias huidas fingidas en distintos puntos del frente y durante las distintas cargas de aquella tarde. El objetivo de estas cargas era, en el fragor del combate,  hacer salir de sus posiciones defensivas a las tropas sajonas, al menos a algunos, aquellos osados que abandonaban sus puestos en busca de un enemigo que parecía huir, se encontraban al poco tiempo aislados y rodeados, siendo presa fácil de la caballería, que volvía grupas en su busca.
La estrategia daba sus frutos, aunque a la caída de la tarde, los sajones continuaban firmes en lo alto de la colina, sus filas habían mermado considerablemente. Muchos housecarls y thengs habían muerto y sus puestos habían sido ocupados por los más vulnerables thengs situados detrás. Pero los normandos no habían conseguido poner un píe en lo alto de aquella colina. Los hombres y caballos caídos a lo largo del día yacían esparcidos a lo largo de la pendiente, convirtiéndose en un obstáculo más para la caballería normanda también bastante mermada y agotada tras las sucesivas cargas (muchos estaban combatiendo a pie tras perder su cabalgadura en combate. Y la infantería normanda se había llevado la peor parte, todo el día colina arriba, colina abajo.
Con las últimas luces del sol, Guillermo ordenó lanzar una andanada de flechas en parábola alta para superar la, cada vez más débil, barrera de escudos sajones. La lluvia de proyectiles fue esta vez letal, especialmente en la retaguardia sajona el propio rey Harold resultó alcanzado por una flecha en la cabeza (en el ojo tal como lo representa una de la escenas de los tapices de Bayeux). Con la muerte de Harold la resistencia inglesa comenzó a debilitarse. Muchos fyrdmen comenzaron a escapar  hacia la seguridad del bosque cercano a oscurecer, mientras los housecarles y thengs del rey se agrupaban en torno a este para noblemente, vender caras sus vidas.

Aunque la batalla de Hastings no fue el punto y final de la conquista de Inglaterra si fue una victoria decisiva. El rey y sus hermanos junto con muchos nobles leales hasta el fin, habían caído en aquella colina. Tras una marcha de 350 millas por el interior del país asentando su posición sin demasiado derramamiento de sangre, Guillermo entró en Londres sin incidentes, siendo coronado en Westminster el día de Navidad del aquel mismo año de 1066.


En el campo de batalla, hoy 

Guillermo Ordenó construir una abadía sobre la cima de la colina haciendo coincidir la posición del altar mayor con el lugar exacto donde cayó su rival Harold. Casi todos los edificios hoy en pie son posteriores a los normandos y el terreno a base de sucesivas construcciones y derribos se encuentra bastante más nivelado de lo que originalmente aquella colina tenía de elevación

En esta primera imagen podemos apreciar no obstante la subida a la colina donde se desarrolló la batalla, a la que hay que acceder a través del pórtico.

Battle. Entrada a los terrenos de la abadía
Ya en la colina (o lo que queda de ella), nos encontraremos la abadía propiamente dicha. El campo de batalla, la maldita colina, se encontraría a la derecha de la imagen, donde las torres gemelas.


Vista de la abadía  sobre la colina  (posición sajona) y a la derecha, las torres gemelas de la hospedería

Tras la hospedería, un sendero que rodea todo el conjunto de edificios que componen la abadía, permite tener una amplia panorámica del paisaje donde tuvo lugar la batalla.

Vistas del campo de batalla desde la colina donde se posicionaron las tropas de Harold

 Según las crónicas, este es el lugar donde el rey Harold cayó junto a sus hombres más fieles. En una vista aérea puede apreciarse perfectamente la forma del edificio primitivo, remarcada mediante los andadores que se aprecian en la imagen.

Losa conmemorativa del altar mayor de la primitiva iglesia del S. XI



Y ahora...  juguemos con la Historia

En nuestra asociación, Mesaches, hemos recreado la batalla aquí descrita, tratando de ser lo más fieles posibles a la historia y a los elementos que la componen, dentro siempre de lo que el editor de mapas del programa nos permite en cada ocasión. Este es uno de los pocos casos que, como os mencionábamos en una entrada anterior, se ha duplicado para crear una versión de la batalla apta para jugadores de Imperium (solo Imperium III) Aquí os dejamos una breve reseña del juego.


Aunque Imperium es un video-juego pensado para recrear batallas de época romana, en esta ocasión podrás hacer frente a las tropas normandas del Duque Guillermo, el bastardo.
Generalmente la batalla de Hastings es tenida como ejemplo del triunfo de la caballería feudal y de los arqueros normandos contra la infantería sajona. Pero esto bien pudo no ser así. La barrera de escudos sajona soportó bien la lluvia de flechas, el asalto de la infantería normanda o la posterior carga de la caballería. De hecho en cierto momento de la batalla, la derrota de los normandos parecía estar al alcance de las tropas del Rey Harold. Y es que, la fuerza de éste residía en lo compactas que pudiera mantener sus unidades. Cuando los frydmen sajones comenzaron a perseguir a los bretones de Guillermo, que componían su ala izquierda, las tornas cambiaron. Esta maniobra descompuso las filas sajonas y la caballería de Guillermo, con éste al frente, se apresuró a abatir a los frydmen que tan imprudentemente se habían alejado del núcleo principal sajón. ¿Podrás cambiar tú la Historia?

Despliege normando, flanco derecho (para Imperium III)

Las claves para la victoria sajona:

No rompas la formación, aguanta lo que venga y consigue el tiempo necesario para que lleguen tropas de refuerzo que se encuentran en los alrededores. Aunque debes saber que estas unidades no intervinieron en la batalla. La repentina muerte del rey Harold a manos de un anónimo arquero normando, hizo cambiar drásticamente la situación de la batalla. En esta ocasión si el rey muere también la batalla llegaría a su fin, así que protégelo. Como entonces, dispones de muy pocos arqueros y solo algunos honderos, pues muchas de estas tropas  habían caído combatiendo contra los terribles vikingos del rey de Noruega en las batallas de Fulford y Stamford Brigde, que tuvieron lugar apenas unos días antes de Hastings. Mantenlos fuera del alcance del cuerpo a cuerpo, e intenta conservarlos hasta el final. Así mismo reserva a la infantería de élite que eran los housecarles para proteger al rey hasta el último momento.


Si te ha interesado esta entrada, desde el buscador de nuestro blog, podrás encontrar descripciones de otras batallas, asedios o escaramuzas como:
Las Navas de Tolosa, Nájera, Orewin Bridge, Kalka, Legagno, Roncesvalles, Manzikert, Poitiers, Zaragoza...

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