Sumándonos de nuevo en este blog a la iniciativa desarrollada en nuestra asociación Mesaches a lo largo de todos estos días de confinamiento, hoy presentamos una nueva entrada sobre nuestros recortables medievales.
El objetivo es aprovechar los raticos que tenemos con l@s niñ@s de la casa y hacer cosas diferentes, nuestra propuesta es colorear y recortar toda una serie de personajes de temática medieval. En concreto se han seleccionado algunas de las figuras de recortables para colorear que vieron la luz con motivo de las IV Justas de San Jorge, para los talleres didácticos que desarrollamos durante las Justas. Para los más curiosos incluimos además algo de información a cerca del personaje o personajes que se representan en cada recortable.
Hoy hemos preparado una lámina compuesta por seis figuras en formato A-4, que representan la imagen de un arquero que hemos tratado que resulte bastante genérico y atemporal.
Como ya se ha explicado en las entradas similares publicadas, en nuestro blog principal asociacionculturalmesachesblogspot.com, en el caso de no poder disponer de impresora, o tóner suficiente en estos días, o simplemente preferís reservarlo para otros menesteres más urgentes, estos recortables, de líneas muy limpias, pueden copiarse directamente al papel desde la pantalla de vuestro ordenador, con la ayuda de un lápiz. Simplemente oscureced primero la habitación, para que la luminosidad que desprende la pantalla de vuestro ordenador sea suficiente para que el dibujo se transparente a través del papel. A continuación, sin hacer apenas presión sobre la pantalla, marcad las líneas generales de las figuras... y a recortar.
Las figuras de hoy representan, con pequeñas variaciones, a los arqueros que complementaban cualquier tipo de ejército medieval europeo a lo largo de este periodo de la historia.
Equipados para el combate a distancia con un arco tradicional, los de nuestra ilustración, carecen de toda protección personal, aunque podrían usar cotas de malla o cascos (como en el caso del nº5), incluso escudo, como se refleja por ejemplo, al menos en una ocasión, en los tapices de Bayeux.
Llegado el cuerpo a cuerpo, tras los movimientos de aproximación previos a la batalla, y arrojada la última flecha, los arqueros pasaban al cuerpo a cuerpo, armados muy escasamente con utensilios domésticos como cuchillos, bien largos y afilados o bien anchos y pesados. Aunque también podrían usarse distintos tipos de machetes y hachas ligeras, como se refleja en las distintas figuras de la lámina.
Cubren su cabeza con distintos tipos de gorros de tela, un gorro llamado frigio, en el caso de los tres primeros y cofias los dos siguientes. Una pequeña prenda, de cuero por lo general, cubre apenas sus hombros para resguardar en parte de la lluvia. Esta pieza denominada genéricamente gorguera, puede incluir una capucha ajustada la cabeza, o más amplia como en el caso de la sexta figura. Algunas de estas prendas podían llegar a bajar hasta la altura del codo, aunque las seleccionadas para ser representadas aquí, son bastante cortas, lo cual permite una mayor movilidad a la hora de usar el arco.
Estas tropas no poseían ningún tipo de adiestramiento militar, más allá de una posible experiencia bélica anterior. Se trataba habitualmente de campesinos armados con arcos y cuando las cosas pintaban mal, toda sus posibilidades de supervivencia estaban en la ligereza de sus pies.
Pero utilizados en grandes cantidades, podían causar gran cantidad de bajas a cualquier enemigo, incluso frenar una peligrosa carga de caballería. Por ello desde la época de Carlomagno se tratará de fomentar el uso del arco entre la clase baja; si bien para caballeros y alta nobleza este elemento no pasa de ser solo un arma de caza impropia de ser usada en combate por alguien de su status social. Pero, aparte de la caza propiamente, el arco comenzará a abrirse paso como deporte entre la alta alcurnia, incluyéndose este tipo de competición como una modalidad más de justas y torneos. Estas competiciones acabarán contando con la participación de la clase baja que, aunque en una categoría separada, podría acceder a un determinado premio.
Con el paso del tiempo, se abrirá paso en la historia un nuevo tipo de arquero, el soldado especialista o el mercenario, en definitiva el profesional del arco, perfectamente equipado para llevar a cabo su tarea.
Protegido el torso por su chaleco acolchado, brigadina o gámbax, también podían llegar a utilizar una cota de malla corta bajo esta prenda. Su cabeza portaba un casco envolvente, bascinet o bacinete, muy ajustado, que se adapta perfectamente a todos sus movimientos sin entorpecer su visión. Su equipo defensivo se complementaba con protectores metálicos en las extremidades que podían incluir piezas como, quijotes o grebas, así como piezas adicionales para antebrazos o pies.
Su inseparable arco, en este caso se trata del famoso modelo ingles long bow (o arco largo) por lo general de madera de boj, se guardaba con todo cuidado en una funda impermeable con la cuerda desmontada, la cual también se protegía de las inclemencias del tiempo para mayor seguridad.
Su equipo de combate se complementaría con armas defensivas como puñales o dagas e incluso espadas. No era infrecuente que este tipo de tropas especialistas pudieran costearse incluso disponer de su propio caballo para desplazarse, lo cual no lo debe confundir con los arqueros a caballo, a los cuales hemos hecho referencia en pasadas entradas.
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