martes, 9 de diciembre de 2014

Batallas de la Edad Media: Orewin Bridge, 1282


Continuamos con entradas relativas a grandes batallas medievales. Hoy la batalla del puente de Orenwin.

Antecedentes.


Pongámonos en antecedentes y hablemos un poco de las guerras galesas. Tras la batalla de Hasting en 1066 (ver entrada en nuestro blog)  y posterior conquista de Inglaterra, Guillermo I impuso un estrecho cerco al beligerante país de Gales. Pero su independencia se mantuvo hasta finales del siglo XIII, pese a los innumerables intentos de terminar con ella, por parte de los diferentes monarcas ingleses que sucedieron a Guillermo. Las sangrientas guerras que conoció el país fueron desgajando territorios que quedaban en manos del rey de Inglaterra al frente de los cuales colocaba a nobles de su total confianza, creando una serie de Marcas o feudos-colchón, que delimitaban una zona de seguridad a su favor, cada vez más amplia. El cerco se estrechaba.
En la segunda mitad del XIII, Gales tenía una población de unos trescientos mil habitantes, mientras que Inglaterra casi cinco millones. Las usurpaciones de tierras y demás abusos, por parte de los barones de las Marcas, forzaron a Llewelyn ap Gruffydd, príncipe de Gales a declarar formalmente la guerra a Inglaterra.

Tras muchas escaramuzas pero sin grandes batallas decisivas Enrique III de Inglaterra reconocía a Llewelyn como príncipe de Gales a cambio de un acto de vasallaje por el que este se reconocía a su vez como súbdito del rey Enrique. A su muerte con la llegada al trono inglés de Eduardo sus exigencias hacia Llewelyn disgustaron a este (y el echo de que el inglés le secuestrara a la novia, pocos días antes de la boda, tampoco ayudó nada a mejorar las cosas precisamente).
Asi que Llewelyn, como era natural, se negó a rendir pleitesía al rey Eduardo. Cuando ambas fuerzas se enfrentaron en el campo de batalla, las tropas inglesas se impusieron en la lid, de forma que Llewelyn se vio obligado a firmar un tratado de paz que le imponía unas durísimas condiciones. Fue el conocido como Tratado de Conway, el año 1277. Por dicho tratado Gales perdía más de un tercio de su territorio a favor de Inglaterra.
Pero aquel degradante tratado de paz no sería más que como muchas veces la Historia nos ha demostrado en parecidas circunstancias, mas que el preludio de una nueva y sangrienta guerra.
Los galeses dejando atrás sus diferencias, se reagruparon en torno a Llewelyn para dar de nuevo la batalla a los ingleses.


La batalla


Hacia primeros de diciembre Llewelyn había ido concentrando sus ejércitos en el sur y centro del país de Gales para extender su rebelión contra la corona inglesa por todo el territorio. Aquel 11 de diciembre tenía ante si a dos señores de Marcas, Jhon Giffard y Edmond Mortimer con sus correspondientes tropas.

El monarca galés se instaló en un altozano que dominaba las orillas del Yrfon. Este punto tenía una gran importancia estratégica ya que controlaba los alrededores impidiendo el acceso al puente de Orewin, resultando inespugnable si no se tomaba el propio puente, fuertemente defendido por los galeses.
Las tropas galesas eran mayoritariamente lanceros, y en su posición de la colina, estaban fuera del alcance de los arqueros enemigos. Pero aquí de pronto, la fortuna hará acto de presencia para favorecer a los ingleses. Un galés partidario de su causa les indicará un vado, río arriba, por donde cruzar parte del ejército y atacar de flanco al adversario. Por otra parte Llewelyn no se encontraba con sus tropas en aquel crítico momento, pues había ido a ganarse para su causa a algunos jefes galeses dubitativos. 

Así pues, asaltados por sorpresa por el flanco y sin su jefe al mando, los galeses se replegaron hacia la colina, abandonando el puente. Los ingleses aprovecharon la circunstancia para lanzar su caballería a través del puente abandonado y posicionar a sus arqueros a distancia de tiro. Las crónicas cuentan que aquello resultó una carnicería. Tras llegar al cuerpo a cuerpo, los galeses comenzaron a abandonar la posición a la fuga. Llewelyn regresaba a galope para encontrarse con sus hombres, pero resultó demasiado tarde para enderezar la situación. En un determinado momento se encontró luchando frente a frente con un caballero inglés quien finalmente dio muerte al príncipe de Gales.

Pero la derrota de Orenwyn no fue todavía determinante. Gilbert de Claire uno de los caballeros con mayor destreza y prestigio entre los ingleses, se reincorporaba a la lucha tras un breve tiempo en cautiverio. Gilbert, "el rojo", como se le conocía por el característico color de su pelo,  venció por dos veces seguidas a los galeses, que luchaban ahora bajo el mando de Magod  pariente lejano de Llewelyn.
Dos años después de la batalla de Orenwyn Bridge, Eduardo I sometía definitivamente al país y en 1301 se lo entregaba a su hijo



Arqueros y ballesteros con las divisas de Gilbert el Rojo (recortables Mesaches)



Juguemos a la Historia

Como la mayoría de nuestras recreaciones de batallas medievales, la batalla de Orewin Bridge está disponible para usuarios de T-zar (socios, colaboradores o seguidores) que así lo soliciten a través de nuestro correo electrónico. También puede recrearse la campaña completa mediante el clásico tablero de mesa mediante la colección de figuritas recortables escala 1:72 que hemos realizado para la ocasión, de las cuales veis aquí un fragmento.

En el juego


Si eliges el bando galés, enhorabuena valiente, lo tienes difícil pero no imposible. Escoge el modo "fácil" para empezar y desactiva la "neblina de guerra", pues desde la colina se supone que dominas un amplio campo de visión.
Por su parte Inteligencia Artificial del juego hará las veces de la "diosa fortuna" comportándose de una manera aleatoria encontrando el vado del río o no, de manera que puede que la situación se parezca realmente a como se desarrolló la batalla, o por el contrario, a como se hubiera desarrollado, si los ingleses no averiguan la posición del vado.
Tienes además otra variante, esta vez bajo tu propio control. Tu comandante en jefe, el príncipe de Gales, puede optar por regresar de inmediato con sus caballeros a la batalla o retardar su llegada para intentar conseguir nuevas fuerzas que se unan a la causa (aunque tal vez lleguen tarde). Tú decides.
Si vas a lo fácil y escoges el bando inglés, ten activado el modo de combate "neblina de guerra" y escoge nivel "experto" pues de esta forma equilibrarás un poco la situación (la desproporción de fuerzas ya te da bastante ventaja.


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